22 de julio de 2009

Postergación. ¡Lo dejo para otro día!. Osho


Me parece oportuno retomar algunos aspectos que no nos permiten aprovechar productivamente nuestro presente y disfrutarlo a pleno; ya que el pasado pasó y el futuro todavía no vino.
Osho nos plantea algunas particularidades de la forma de vivir frente a sucesos que nos comprometen en nuestras vidas. Seguir leyendo
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15 de julio de 2009

EL Agua y la Tinaja

Lectura: 1 minuto

Una cargadora de agua de la India, tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra, era perfecta y conservaba toda el agua al final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón; pero cuando llegaba, la vasija rota sólo tenía la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada, estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló a la aguadora diciéndole:

"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir"


La aguadora apesadumbrada, le dijo compasivamente:

"Cuando regresemos a la casa, quiero que notes las bellísimas flores que crecen a lo largo del camino." Así lo hizo la tinaja. Y en efecto, vio muchísimas flores hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos, se sintió apenada porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.


La aguadora le dijo: "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino? Siempre he sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores para decorar la casa de mi patrón. Sin ser exactamente como eres, él no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa."


Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas.


Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.


En la aldea de Dios, nada se desperdicia. Reconoce tus grietas y aprovéchalas.


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9 de julio de 2009

¿Que beben los superbebés?. Humor


Desde aquí promovemos la vida saludable.

Las nuevas generaciones toman este legado y los lactantes lideran el hábito permitiendo potenciar sus habilidades motrices.



¡A disfrutar!

7 de julio de 2009

¿Zanahoria, huevo o café?


Lectura: 2 minutos

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida.


Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra.

La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias, y las colocó en un bol. Sacó los huevos, y los colocó en otro bol. Coló el café y lo puso en un tercer bol. Mirando a su hija le dijo: - "Querida, ¿qué ves?" - "Zanahorias, huevos y café” fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias.
Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego, le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café.

Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: -"¿Qué significa esto, padre?" Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido.
Los granos de café, sin embargo, eran únicos.
Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
-"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija.

-"Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?".


3 de julio de 2009

La vida y el café


Lectura: 4 minutos

En aquellos días en los que no distinguimos lo importante de lo vital y el tiempo no nos alcanza para nada, recordemos esta historia sobre el frasco de mayonesa y el café.

Un profesor de filosofía intentaba vivenciar con sus alumnos un ejemplo que dejara una enseñanza sobre el tema.

En el silencio de los presentes, tomó un frasco grande de mayonesa vacío y lo llenó de pelotas de golf. Preguntó al auditorio si el frasco estaba lleno y la respuesta fue afirmativa al unísono.

Seguidamente, volcó en el frasco de pelotas de golf una caja llena de canicas que inmediatamente se acomodaron, llenando lo espacios libres que dejaban las pelotas de golf. Volvió a preguntar si el frasco estaba lleno y volvieron a decir todos que sí.
El paso siguiente, fue tomar una bolsa con arena y vaciarla dentro del frasco. La arena llenó todos los espacios vacios que quedaban entre las pelotitas y las canicas. Al reiterar la pregunta, todos los participantes respondieron eufóricos que SÍ, que estaba lleno.

A modo de cierre, tomó 2 tazas con café y vació su contenido, llenando finalmente todo espacio libre entre la arena y el resto.

La risa de los estudiantes no se hizo desear. Al apagarse las misma, el profesor dijo:


“Quiero que se den cuenta que este frasco representa la vida”.

Las pelotas de golf son las cosas importantes como la familia, la salud, los amigos. Son esas grandes cosas que aunque faltaran todas las otras, nuestras vidas aún quedarían llenas.
Las canicas son las otras cosas: el trabajo, la casa, el auto, etc..

La arena, es el resto. Las pequeñas cosas. Si ponemos toda la arena en el frasco de mayonesa, no quedaría ni un espacio libre para una pelotita de golf.
Lo mismo ocurre con la vida.

Si gastamos energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes.

Debemos prestar más atención a los temas cruciales que hacen de pilares de nuestra felicidad. Compartir buenos momentos con nuestros familiares, asistamos al médico, valoremos nuestra salud, practiquemos deportes, mejoremos como personas y aportemos lo mejor nuestro en el trabajo diario aunque no siempre sea el que nos guste.

Seamos disciplinados. Siempre habrá un espacio para limpiar la casa o realizar alguna reparación.

Si estás sano, descansado y bien dormido, aléjate de la cama. Ya sabés seguramente lo que es estar enfermo y volverás indefectiblemente a estar allí, cuando tu propia inactividad te lleve a estar quieto, en reposo. Demandarás en ese caso aunque no sea tu intención la ayuda de terceros. Prevenir es la mejor forma de curar, del mismo modo que no ensuciar la casa es la mejor forma de mantenerla limpia y trabajar menos en la limpieza.


Ocúpate de las pelotas de golf primero. La familia, la salud, el compartir con los afectos. Estableciendo prioridades, te darás cuenta que el resto es arena.

Hasta que en el silencio sepulcral, un alumno reflexivo levantó la mano y dijo…¿Y el café que representa?


El profesor sonriente dijo: “Buena pregunta. Sólo es una demostración que no importa cuán ocupado se pueda estar en la vida, siempre hay lugar para algo más, como un par de tazas de café para compartir con un amigo, divertirse, y animarse a proyectos que consoliden lo mejor de nuestras vidas. Si tú quieres, puedes”.