3 de junio de 2008

¿Suerte o desgracia?


Lectura: 2 minutos

Había una vez, un pobre campesino chino muy sabio que trabajaba la tierra duramente con su hijo.

Un día el hijo le dijo: -¡Padre, qué desgracia! Se nos ha ido el caballo.

-¿Por qué le llamas desgracia? - respondió el padre, veremos lo que trae el tiempo...

A los pocos días el caballo regresó, acompañado de otro caballo.
-¡Padre, qué suerte! - exclamó esta vez el muchacho - Nuestro caballo ha traído otro caballo.

-¿Por qué le llamas suerte? - repuso el padre - Veamos qué nos trae el tiempo.

En unos cuantos días más, el muchacho quiso montar el caballo nuevo, y éste, no acostumbrado al jinete, se encabritó y lo arrojó al suelo. El muchacho se quebró una pierna.

-¡Padre, qué desgracia! - exclamó ahora el muchacho -. ¡Me he quebrado la pierna!

Y el padre, retomando su experiencia y sabiduría, sentenció: -¿Por qué le llamas desgracia? Veamos lo que trae el tiempo!.El muchacho no se convencía de la filosofía del padre, solo se quejaba en su cama.
Pocos días después, pasaron por la aldea los enviados del rey buscando jóvenes para llevárselos a la guerra.
Vinieron a la casa del anciano, pero como vieron al joven con su pierna entablillada, lo dejaron y siguieron de largo.
Con el tiempo se enteró que todos esos soldados murieron en la guerra.

El joven comprendió entonces que nunca hay que dar ni la desgracia ni la fortuna como absolutas, sino que siempre hay que darle tiempo al tiempo, para ver que lo malo no era tan malo y que siempre hay algo bueno esperando.


Gandhi dijo: Lo importante es la acción, no el resultado de la acción. Debes hacer lo correcto. Tal vez no esté dentro de tu capacidad. Tal vez no esté dentro de tu tiempo que haya algún resultado.


7 comentarios:

  1. Tendencia, voy a contarte una linda historia, muy real y que enseña que nunca debemos ser categóricos. Cuando era muy joven y me dedicaba al arte en forma full-time, apostaba a un concurso plástico para jóvenes organizado por la Embajada Francesa, cuyo premio era una beca de 6 meses en Paris. Mandé dos dibujos que me aceptaron pero no recibí ningún premio. Lloré un día entero y ese mismo día, me comunicaron que había ganado un premio en una Bienal nacional.
    Como estaba tan angustiada, le resté importancia y pensé que ni siquiera iría a recibir mi mención. Cuando volvió la calma, claro que fui a la inauguración y en una noche divina, vestidos los dos en el mismo estilo y con el mismo premio, yo en dibujo y él en fotografía, conocí a Alfredo, mi esposo. Lo demás es historia y París también estuvo pero infinitamente mejor de lo que había proyectado.
    Una vez escuché decir a Chopra que el universo tiene mejores planes para nosotros, mejor de lo que soñamos para nosotros mismos. Creo que este es un buen ejemplo.
    Un beso
    Patricia

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  2. Querido Tendencia,para mi, no hay suerte ni desgracia,es decir, no como asì como conceptos definidos y que existan como tal, pues la suerte no existe, solamente es una causalidad de lo que fuimos logrando, de nuestros pasos , de nustras semillas sembradas en tierra fèrtil y por lo mismo lo que engendre no darà suerte, sino las bendiciones que nosotros fuimos "causando" con nuestros actos.
    La desgracia tal vez viene relacionada ,màs allà de ser una casualidad aparente, con lo que nos tocarà vivir, para aumentar nuestra fè, para seguir con màs fuerza hacia adelante, sin quedarnos en el suelo, porque asì pasò.Analizando conscientemente que hicimos que la originò.

    Tanto suerte como desgracia para el general de todos, son elementos casuales,sin un trasfondo como argummento. No nos ponemos a analizar, sino a pensar muy ràpidamente que fueron por "azar".

    Creo que ambas te enriquecen, tanto "la suerte" como "la desgracia",auque la ùltima suene terrible, ya que una confirmarà que tus acciones orientadas por el camino correcto, causaron un buen desenlace y la otra nos enseñarà a pensar que algo no està marchando bien en nuestras vidas, como un aviso , y por lo tanto tenemos la opciòn de ir desenredando la madeja con muchìsima fè.

    Sin duda , una lecciòn de vida enriquecedora.

    Nada viene porque si, todo trae consigo un propòsito, por lo menos esa es mi manera de pensar humildemente.

    Un abrazo fuerte querido amigo.
    Tus escrito siempre me dejan pensando y me hacen internarme muy profundamente en mi consciencia y en mi espìritu.
    Gracias por eso, me hace muy bien.

    Agualuna.

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  3. Todo es relativo, y como mencionás, el tiempo tendrá su respuesta. Nos llegará en algún momento si bien no sepamos de antemano el tan famoso "por qué".

    Muy buena historia. Tiempo al tiempo...quizás no sepamos leer el reloj ya, pero lo haremos en un futuro.

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  4. Patricia: inmejorable ejemplo de vida. El mejor destino que tiene el universo para vos supera con creces el artesanal plato de goulash que te preparó Alfredo.
    A veces más que recibir un premio es mejor recibir a un premiado.
    Y mejor que el premiado artista es no saber que vamos a recibir, viviéndolo sin angustia. Saludos. TV

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  5. Agualuna:es así, todo lo que viene trae un propósito y no sabemos el motivo.
    Estamos con una sobredosis de información.Y lo esencial lo desconocemos. Si no visitaste el video de Steve Jobs,te recomiendo que lo hagas. Es un combo de 3 vidas en una. Las de un hombre que comenzó bien de abajo y hoy está en la cima. Exitoso y sin problemas aparentes, aunque revela uno de ellos.
    En este blog, dentro del segmento " en armonía" o en youtube

    http://tendenciavital.blogspot.com/2008/04/steve-jobs-disertante-brillante-con.html
    Cariños. TV

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  6. Marcela:si uno toma algo de distancia del suceso inmediato, tenemos otra visión más nítida y la posibilidad de conectar esos eventos que difícilmente tuvieran relación alguna en épocas anteriores. La lucidez que se consigue tomando la justa distancia de esos hechos es la que nos permite que la neblina de la confusión y la ansiedad que nos incita a saber el por qué nos suceden las cosas a nosotros se disperse, alejando las razones a veces con el olvido.Besos. TV

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  7. Si, ya lo vi , me conmoviò muchìsimo.
    Ese es un gran ejemplo de vida, en que ninguna dificultad va a deshacer tus firmes propòsitos.

    Gracias!

    Agualuna

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