30 de septiembre de 2009

Coaching: el entrenamiento laboral que debe honrar lo que somos



Rescaté está publicación que brinda un enfoque particular del tema. Aprendamos a cuidarnos.

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29 de septiembre de 2009

¿Afortunado o desgraciado?



Una breve historia que es el resumen de todas las historias de nuestras vidas. Aunque no las percibamos.
No hay casualidades. Si causalidades.

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17 de septiembre de 2009

Volando entre montañas. Click.Tú puedes...


Hay quienes desean despegarse de los problemas cotidianos y aunque vayan a la cima de una montaña nevada, serán perseguidos por los conflictos como sus propias sombras.

¿Y qué sucede si en ese preciso instante tomas impulso en la cumbre y vuelas libremente entre las montañas?

Ponte en posición de despegue y toma una actitud de palomo mensajero para tu lanzamiento.

Simplemente clickea el link de abajo, y con el mouse muévete libremente en la pantalla los 360 grados sin miedo, para disfrutar de la panorámica.

Acércate sin problemas al monitor que no te causará vértigo y disfrutarás de la travesía.

Prende los parlantes. Con música de Jean Michael Jarre, podrás relajarte y llegar tan lejos como lo desees. Ya no necesitas una escalera al cielo...


Sigue planeando... y cuando te hayas olvidado de los problemas vuelve a casa!.

Agradecemos a Oyster por su colaboración para despegarnos de la tierra.
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14 de septiembre de 2009

Sabiduría de gallinero. Humor

Lectura: 1 minuto

En un gallinero vivían muy felices veinte gallinas y un gallo, pero como el gallo ya estaba entrado en años, el granjero decidió cambiarlo por otro más joven.

Llegó el día. Se abrió la puerta del gallinero, y apareció un gallo joven, plumas brillantes, ágil, con contorneado cuerpo y pinta de buen servidor. ¡Fundamental!

Rápidamente las gallinas se arreglaron el plumaje, y empezaron a contonearse con todo su ritual alrededor del gallo joven. ¡Era un candidato muy seductor!

El gallo viejo, arrastrando sus espolones sucios, retorcidos, y con alguna que otra calva en su plumaje, se le acercó y le dijo así:
Bienvenido, me alegro de conocerte compañero. Supongo que siendo como eres joven y fuerte, tendrás intención de hacerte el amo del gallinero… ¿no?
- Naturalmente abuelo - contesto el gallo joven con una sonrisa a flor de pico- ¿Algún problema?
- No, claro - dijo el gallo viejo - sólo que entre compañeros, y delante de las damas te ruego que no me dejes mal. Dame una salida airosa.

- ¿Qué propones? - preguntó el jovencito.

- Pues mira… yo ya no estoy en disposición de pelear, por lo que te sugiero una carrera de tres vueltas alrededor del gallinero.

- Eso está hecho - dijo el joven muy contento de liquidar el asunto de una forma tan fácil y sin mayores pleitos.

- Pero para ser justos, y dado que mi artrosis no me deja correr muy bien, te rogaría que me dieras media vuelta de ventaja.

- No hay ningún problema - dijo el gallo joven muy seguro de sus posibilidades y hasta ansioso por resolver el tema de inmediato.

De este modo empezó la carrera, y antes del que el gallo viejo hubiera completado la segunda vuelta, ya tenía al gallo joven pisándole los espolones.
De repente se oyé un tremendo estampido, y el gallo jovencito cayó fulminado y quedó en el suelo entre un charco de sangre y una nube de plumas.

- ¡¡Carajo!! - dijo el granjero con una escopeta humeante entre las manos. Es el tercer gallo maricón que me venden esta semana!
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Moraleja del chiste: "Nunca hay que subestimar a los mayores ya que ellos tienen mas experiencia de vida", "Más vale maña que fuerza" y "Nunca, nunca hay que perder las esperanzas".
PD: No pondremos en el banquillo de acusados al viejo gallo por su actitud, ya que por edad no puede ir preso.
Dibujo: Carlos Costa
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3 de septiembre de 2009

Sudor, sangre y lágrimas

"Cuánto más sudamos en tiempos de paz, menos sangramos en tiempos de guerra"

Vijaya Lakshmi Pandit

2 de septiembre de 2009

1 de septiembre de 2009

Paciencia, divino tesoro



Lectura: 1 minuto


Cuando hablamos de paciencia y a nosotros ..."se nos salió la cadena, los patitos no están en fila, no nos llega agua al tanque, se nos patina el embrague y enloquecemos con quienes nos rodean agrediendo personas y no intentando ayudar o mejorando el proceso", nos aparece en el inconsciente colectivo la imagen de un monje tibetano en posición de loto y eso no es para nosotros. El monje es paciente, yo no. Tengo ansiedad, apuro, cansancio. Él es torpe, incompetente, estúpido, tonto, infelíz, malo, etc.

Debemos actuar con paciencia ante los defectos y flaquezas de los demás, ya que nosotros tenemos, quizás, muchas más que entorpecen y hasta hacen sufrir a otros y no lo sabemos, por el sólo hecho que la gente es más respetuosa y paciente con nosotros. Se controlan midiendo lo que dicen y hacen eso sólo para evitar consecuencias desagradables en la relación que difícilmente tendría vuelta atrás.

Uno es educado con el prójimo porque lo es. Y no, porque el otro lo es.

No siempre las armas son las palabras. Pueden ser gestos, silencios, suspiros, miradas, sonrisas, tonos que atentan en forma agraviante contra cualquier idea, persona y sentimiento. No importan las jerarquías y los problemas personales, no justifican un accionar doloso.


En mis años dictando clases universitarias, (digo esto porque el instinto animal y destructivo perdura en nosotros), noté que es permanente la descalificación pública entre compañeros de estudio, trabajo, competencias deportivas. Y no me olvido nunca el ejemplo que aplicaba un colega frente a sus alumnos en estos casos:


Tomaba una hoja blanca impecable que mostraba al auditorio de ambos lados, como flotando con fragilidad. El clima se notaba tenso, y surgía un silencio entre el bullicio por risas e insultos propagados entre ellos.
¿Qué estará haciendo?, ¿Hará magia el profesor?.
No.
Simplemente le infería insultos a la hoja cada vez más incómodos, pesados y en cada uno de ellos, una descarga con su garra y la intención de hacerla un bollo pequeño. Su cara estaba desencajada. El papel desaparecía en su mano.


La gente no reía. Automáticamente el profesor comenzó en voz muy baja a pedir con frases dulces y mirándola, las disculpas a esa pobre hoja de papel, se retractaba ante ella, demostraba un gran arrepentimiento, sentido de culpa por lo que había hecho y de igual modo que antes, ante cada frase positiva con suma delicadeza, intentaba descomprimir la hoja para llevarla a su estado natural.


Imposible volver al inicio. Hay marcas, y el papel es básicamente inservible.


Créanme que el ejemplo dejaba en los alumnos, una huella mayor que la del quebrado papel.
Pruébenlo sólo con los niños, es un ejemplo concreto, kinestésico y dramático. Hagamos inversión a futuro.
No sea cosa que de hacerlo frente a algún adulto, y en tren de confiar, nos sorprendamos con su respuesta.

Dedicado a los espíritus pacientes y a PaperSome que trabaja con mucho amor y dedicación con sus papeles.